Durante estos meses de verano será esencial que prestes una especial atención al nivel de humedad de la tierra de tu jardín. Aquí tienes nuestros consejos.
Entre los múltiples aspectos que pueden condicionar la salud de tu jardín doméstico durante los meses veraniegos, así como el mantenimiento óptimo de las plantas que residen en él, será preciso que prestes una especial atención al hecho de garantizar que la tierra que lo conforma cuente con un adecuado nivel de humedad.
Las altas temperaturas propias del verano no solo afectan al cuidado y mantenimiento de las variedades vegetales de tu jardín de una forma directa. También pueden influir en generar una mayor sequedad del suelo, dificultando la capacidad de estas para realizar su nutrición natural.
Por este motivo, desde el Grupo Áreas Verdes de AEPLA, hoy queremos detenernos en este ámbito, ofreciéndote un repaso de aquellas recomendaciones que pueden ayudarte a mantener una humedad óptima de la tierra de tu jardín durante el verano:
- En primer lugar, analiza detenidamente el nivel de humedad de tu suelo de tu jardín, así como su capacidad de mantener durante más tiempo el agua con el que lo riegas cada día.
- En el caso de que detectes que su tendencia a la desecación es excesivamente acelerada, sería bueno plantearte la realización de pequeñas zanjas de infiltración, especialmente en aquellas zonas que cuentan con un cierto nivel de inclinación o pendiente.
- Asimismo, el hecho de añadir nuevas capas de materia orgánica a la tierra de tu jardín es una excelente medida para favorecer su capacidad de retención de la humedad. Aunque pueda resultarte sorprendente, la materia orgánica es uno de los elementos que cuenta con una mayor incidencia a la hora de aumentar la porosidad del suelo y, en consecuencia, evitar su sequedad progresiva.
- Del mismo modo, también puedes optar por la colocación de un acolchado orgánico, que ejercerá una función aislante muy positiva para reducir la pérdida de humedad derivada del ‘efecto evaporación’.
- Para finalizar, puede complementar el desarrollo de actuaciones anteriores con la aplicación de hidrogeles específicos en la tierra de tu jardín, especialmente preparados para generar una mayor capacidad de retención del agua de riego y, de esta forma, facilitar así su concentración de humedad durante más tiempo.