Los tratamientos fitosanitarios pueden presentarse en distintos formatos, en función de sus propiedades y procedimiento de aplicación sobre la planta.
Hace tan solo unos días hemos aprovechado este espacio para insistir en la necesidad de poner en práctica todas las medidas a tu alcance para contribuir a una aplicación correcta del tratamiento de sanidad vegetal elegido para la protección de tus cultivos, incidiendo en los diferentes beneficios que este comportamiento puede aportarte.
Del mismo modo, nos hemos detenido en profundizar acerca de las diferentes categorías o tipos de tratamientos fitosanitarios que puedes aplicar en tus cosechas, con el fin de resolver tus posibles dudas en relación a las propiedades esenciales que te ofrece cada uno de ellos.
Una vez aclarados estos aspectos, desde AEPLA también consideramos útil que conozcas las diferentes alternativas que tienes a tu disposición en cuanto a los formatos en los que estos productos o tratamientos fitosanitarios están homologados en el Registro de Medios de Defensa Fitosanitaria (MDF), dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y, por tanto, pueden presentarse a nivel comercial para su adquisición y uso agrícola.
En este sentido, y más allá de las formulaciones específicas que, por su complejidad, pueden sobrepasar los objetivos contemplados en este blog, sí que consideramos conveniente realizar una aproximación a los diferentes formatos básicos en los que pueden encontrarse disponibles este tipo de productos y, a su vez, ofrecer una serie de pinceladas sobre los atributos que aporta cada uno de ellos a la protección efectiva del cultivo en el que se aplica.
Soluciones de sanidad vegetal en estado sólido
Suelen presentarse en partículas sólidas de mayor o menor grosor, en función del tratamiento contemplado y de las características de la amenaza detectada, con el fin de proceder a su espolvoreo sobre la planta afectada.
Su principal ventaja, además de su carácter inocuo para el cultivo, reside en que este formato contribuye a la adherencia de las partículas sobre la planta afectada, así como su permanencia de acción en el tiempo, favoreciendo su capacidad protectora.
Soluciones de sanidad vegetal en estado líquido
Se trata, sin lugar a dudas, del formato más habitual en lo referente a las diferentes soluciones de sanidad vegetal que tienes a tu disposición para favorecer la salud de tus cultivos y cosechas frente a plagas, enfermedades y malas hierbas.
Los tratamientos fitosanitarios en estado líquido ofrecen la posibilidad de realizar su administración en el cultivo de una forma más ágil y, al mismo tiempo, exhaustiva, ya que garantizan una mayor impregnación de la planta, gracias a su aplicación directa o mediante disolución en agua, atendiendo a las proporciones fijadas por el fabricante.
Soluciones de sanidad vegetal en estado gaseoso
Frente a los dos formatos anteriores, se trata de la alternativa menos habitual en lo referente a su aplicación a nivel agrícola, si bien es más común su presencia para la actuación frente a plagas o enfermedades en otros ámbitos de nuestra vida diaria.
No obstante, en función de la amenaza detectada en tu cultivo, es posible que encuentres diversas soluciones cuya presentación se encuentra disponible en este formato, concebido para su aplicación en la planta afectada mediante el uso de aerosoles específicos.