La aplicación de drones en el ámbito de la sanidad vegetal resulta básica para seguir avanzando hacia una agricultura más productiva, segura y sostenible.
A día de hoy, prácticamente nadie pone en duda la extraordinaria y creciente importancia de la incorporación de los avances tecnológicos como pilar fundamental para el desarrollo de una agricultura cada vez más productiva, segura y sostenible.
Prueba de ello, durante las últimas décadas se ha llevado a cabo un más que meritorio proceso de tecnificación de las explotaciones agrícolas de nuestro país, dirigido principalmente a la optimización de recursos y al incremento de la producción agroalimentaria, tanto en términos cuantitativos como cualitativos.
Sin embargo, esta evolución positiva de la incorporación de las nuevas tecnologías en la agricultura resultará incompleta si no se contribuye a que este esfuerzo dinamizador se extrapole a aquellos sectores que sirven de apoyo a la actividad agrícola, y sin los cuales no será posible alcanzar las metas propuestas a nivel de productividad y sostenibilidad.
En este sentido, un ejemplo de esta necesaria apuesta por la tecnificación de actividades afines a la agricultura se puede observar en el potencial que supone el uso de drones y otros dispositivos autónomos para contribuir a la mejora en la aplicación de soluciones de sanidad vegetal en los cultivos.
Por este motivo, desde AEPLA no hemos dudado un instante en promover el desarrollo de actuaciones para impulsar el uso de drones como herramienta segura para la realización de aplicaciones de productos y tratamientos fitosanitarios en el ámbito de la agricultura, entre las que destaca la puesta en marcha del Grupo Operativo PhytoDron.
A partir del desarrollo de este grupo operativo, bajo el auspicio de la Asociación Europea para la Innovación en materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícolas (Aei-Agri) y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se pretende avanzar de una forma efectiva en el desarrollo de un marco regulatorio que elimine las barreras para la aplicabilidad real de drones en el desarrollo de soluciones de sanidad vegetal asociadas a la agricultura de precisión, estableciendo escenarios de uso con los que promover su posible equiparación a las aplicaciones terrestres convencionales.
Para conseguirlo, junto a nuestro compromiso como coordinadores del proyecto, el Grupo Operativo PhytoDron cuenta con la participación de representantes de la totalidad de ramas agroindustriales involucradas en este proceso, como son Corteva Agriscience, la Universidad de Sevilla, la Asociación de la Madera de Euskadi (Baskegur), el Instituto de Investigación y Tecnología Alimentaria de la Generalitat de Catalunya (IRTA), el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias, el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (Neiker), la Universidad Politécnica de Madrid, el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), el Grupo Alimentario DCOOP, la Plataforma Tecnológica del Vino, Syngenta, BASF y el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.