Contribuir a que nuestras ciudades sean cada día más verdes, sostenibles y habitables es un reto que requiere del compromiso y la implicación de todos.
El creciente proceso de éxodo rural a las ciudades experimentado en nuestro país durante las últimas décadas del siglo XX no solo supuso un espectacular aumento de los núcleos urbanos en términos poblacionales, sino también en cuanto a la superficie urbanizada, en muchas ocasiones sin otorgar la consideración que merece al desarrollo análogo de áreas verdes.
Una vez que esta tendencia se ha estabilizado, y que nuestra sociedad está mostrando un interés cada vez mayor hacia la importancia de estos espacios en nuestro bienestar y calidad de vida, resulta cada vez más necesario que en la planificación presente y futura de este desarrollo urbano se integre, con el protagonismo que merece, la incorporación de todas aquellas medidas a nuestro alcance para disfrutar de ciudades más verdes y habitables para todos.
En este sentido, tomando como referencia el Acuerdo por una Ciudad Verde, impulsado por la Comisión Europea con el apoyo de las principales instituciones y corporaciones municipales a nivel europeo, hoy queremos compartir contigo los retos que deben marcar el desarrollo sostenible de nuestras ciudades tanto a día de hoy como durante los próximos años:
- En primer lugar, resulta imprescindible tomar como primer objetivo a alcanzar la consecución de una mejora ostensible de la calidad del aire en los núcleos urbanos, tal y como demanda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Para ello, no solo debemos concentrar nuestra atención en la búsqueda de comportamientos más sostenibles y respetuosos con nuestro entorno, que permitan reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera, sino también favorecer al máximo la conservación e implantación de espacios verdes, así como la promoción de aquellas actividades relacionadas con la creación de huertos urbanos y otras prácticas de este tipo por parte de la ciudadanía.
- En este sentido, como se ha comentado anteriormente, no solo es esencial apostar por la creación de nuevas zonas verdes en las ciudades, sino garantizar igualmente la protección óptima de aquellas con las que actualmente cuentan nuestros entornos urbanos, contribuyendo a su mantenimiento y capacidad de aprovechamiento seguro por parte de la población.
- Asimismo, el Acuerdo por una Ciudad Verde también incide en la necesidad de extender este compromiso con la sostenibilidad hacia la mejora de la calidad de las masas de agua, el uso eficiente de este recurso y el fomento y conservación de la biodiversidad urbana.
- Por último, todos estos aspectos, asociados principalmente al desarrollo de políticas y actuaciones por parte de las corporaciones municipales, deben acompañarse del desarrollo de medidas para la concienciación de la ciudadanía con la necesidad de realizar una mejor gestión de los residuos, a través del reciclaje y la puesta en marcha de prácticas de economía circular.
