Durante el otoño suele ser habitual que se produzca un incremento de la intensidad del viento. Descubre cómo proteger tu huerto de sus efectos adversos.
El hecho de que el clima otoñal destaque por su carácter marcadamente cambiante, alternando la ocurrencia de días soleados con otros nublados y lluviosos, también favorece el incremento de la frecuencia de fenómenos atmosféricos adversos como el viento.
Entre otras razones, el viento se suele producir por la existencia de cambios bruscos de la temperatura del aire en las capas inferiores de la atmósfera, generando corrientes que pueden alcanzar una considerable intensidad.
En este sentido, teniendo en cuenta que este fenómeno puede afectar negativamente al cuidado y mantenimiento de tus cultivos, provocando daños imprevistos, desde el Grupo Áreas Verdes de AEPLA hoy queremos compartir contigo aquellos consejos que pueden ayudarte a proteger adecuadamente tu huerto doméstico de los efectos del viento:
- En primer lugar, lo más recomendable es analizar detenidamente el nivel de exposición de tu huerto doméstico a la posible ocurrencia de rachas fuertes de viento, con el fin de tomar medidas de protección en aquellas zonas en las que el riesgo de posibles daños sea mayor.
- A partir de esta primera evaluación, será el momento de considerar qué barreras o medidas protectoras pueden ser las más adecuadas en función de las características y condiciones de tu huerto doméstico, optando así por la instalación de barreras naturales o mallas protectoras.
- Del mismo modo, si tu huerto doméstico se encuentra en una localización en la que la frecuencia e intensidad de rachas de viento es considerable, también será conveniente que estudies la posibilidad de proteger también el suelo agrícola mediante la colocación de acolchados naturales o artificiales, para reducir así su posible erosión y empobrecimiento.
- Por último, en el caso de que cuentes con árboles frutales o arbustos de gran tamaño, recuerda la importancia de extremar su supervisión durante esta época del año, con el fin de identificar la existencia de ramas en mal estado y proceder a su retirada, evitando así que puedan afectar tanto a tus cultivos como a tu seguridad personal cuando te encuentres presente en tu huerto doméstico.