Las celebraciones y fiestas navideñas guardan una estrechísima relación con un gran número de especies vegetales. Descubre con nosotros qué simbolizan.
La importancia de las plantas en la ambientación y celebración de las fiestas navideñas cuenta con un arraigo tan considerable que en numerosas ocasiones llega incluso a pasar desapercibido.
No obstante, si realizas con nosotros una pequeña reflexión sobre la impresionante presencia que tienen diferentes especies botánicas durante estos días, estamos seguros de que te llevarás una grata sorpresa.
En base a esta idea, y aprovechando que tan solo quedan unos días para el inicio de uno de los periodos más esperados y entrañables del año, desde el Grupo Áreas Verdes de AEPLA hoy queremos aprovechar estas líneas para repasar el simbolismo que justifica la presencia e integración de algunas de las variedades vegetales que cuentan con una relación más estrecha con nuestras tradiciones durante las fiestas navideñas.
La Flor de Pascua
A la hora de comenzar este repaso resulta casi obligatorio empezar por una planta que suele estar presente en prácticamente todos los hogares de nuestro país, como es la Flor de Pascua.
Paradójicamente, es originaria de una zona templada de nuestro planeta, como es Centroamérica, donde comenzó a utilizarse como elemento para la celebración de la Navidad por misioneros franciscanos, cautivados por su parecido con la Estrella de Belén y la característica modificación de su tonalidad verdosa a rojiza en estas fechas.
El acebo y el ruco o escobina
En el caso de que su nombre por sí solo no te diga nada, estas variedades de plantas se caracterizan por la presencia de pequeñas bayas esféricas y con un marcado color rojo, que suelen ser muy empleadas como complemento en las decoraciones navideñas de los hogares.
Su presencia en estas fechas está asociada a la creencia de que eran plantas capaces de atraer la buena suerte y la prosperidad, por lo que también se utilizan como adorno en el envoltorio de los regalos que se entregan en estas fechas a los seres queridos.
El muérdago
Esta variedad vegetal, que en realidad está más relacionada con la tradición navideña anglosajona y, siendo más precisos, con la mitología nórdica, se caracteriza por su carácter perenne y unas llamativas bayas blancas.
En la mitología nórdica, esta planta fue capaz de devolver la vida a Balder, hijo de Freya y Odin, por lo que se asocia con la capacidad de renacer, la suerte y la prosperidad.
El abeto y su presencia indispensable como Árbol de Navidad
Al igual que ocurre con la Flor de Pascua, no podemos finalizar este repaso sin hacer una mención especial al extraordinario simbolismo que ha alcanzado el abeto, u otras variedades de coníferas, en estas fechas, hasta el punto de convertirse en un elemento tan imprescindible como es el Árbol de Navidad.
En este sentido, como ocurre con las anteriores especies vegetales, su color verde simboliza la vida, mientras que los adornos que se van ubicando en él, y sobre todo los elementos de iluminación, hacen mención a la esperanza de prosperidad y los buenos deseos que los miembros de la familia depositan en el nuevo periodo que está por venir.