La biotecnología vegetal es, sin duda, un elemento imprescindible para avanzar hacia una agricultura que responda positivamente a sus retos futuros.

A la hora de contar con todos los recursos necesarios para que la agricultura siga ejerciendo su función esencial como proveedora de alimentos para la población, resulta imprescindible continuar avanzando en todos aquellos ámbitos que pueden contribuir a garantizar su productividad y capacidad de satisfacer nuestras necesidades como sociedad, tanto actuales como futuras.

En este sentido, la biotecnología vegetal está llamada a ser uno de los pilares fundamentales sobre los que gravite el desarrollo de nuestra agricultura en los próximos años, mediante la incorporación de aquellas mejoras que permitan incrementar la productividad y capacidad de defensa de los cultivos prácticamente desde sus etapas iniciales o embrionarias.

Aunque pueda resultar sorprendente, esta apuesta por la aplicación de soluciones que favorezcan la disponibilidad de semillas más productivas y resistentes a la acción de plagas, enfermedades o malas hierbas es algo tan antiguo como la propia agricultura, ya que, desde sus orígenes, los propios agricultores han tratado de seleccionar aquellas variedades de semilla o especies vegetales que les permitían prever unos mejores resultados para sus intereses, en cuanto a cantidad y calidad de sus cosechas, hasta el punto de que muchos de los cultivos que hoy en día nos resultan totalmente familiares son el fruto, nunca mejor dicho, de continuos procesos de ‘experimentación artesanal’.

En base a ello, el verdadero valor añadido de la biotecnología vegetal reside en sustituir o complementar la realización de probaturas de carácter informal con la incorporación de aquellas mejoras derivadas del desarrollo de procesos de investigación y desarrollo con una contrastada base técnica y científica, en los que los resultados puedan ser testados y contrastados adecuadamente, hasta alcanzar los objetivos deseados de una forma totalmente predecible, sin margen de riesgo ni error.

En este sentido, desde AEPLA estamos plenamente comprometidos con el apoyo a la investigación y desarrollo de aquellas innovaciones agrícolas que contribuyan el fitomejoramiento de los cultivos presentes en nuestra agricultura, como medida para transformar los diferentes desafíos y retos a los que deberá enfrentarse nuestra sociedad en el futuro en oportunidades de seguir avanzando hacia un entorno en el que los alimentos sean cada vez más seguros, sostenibles y accesibles para todos.

 

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