La protección de tus cultivos no finaliza cuando alcanzan su estado óptimo de crecimiento. Será igualmente indispensable cuidar su proceso de recolección.

Cuando desde AEPLA hacemos referencia a todas aquellas buenas prácticas agrícolas que pueden contribuir a favorecer la protección óptima de los cultivos, así como la obtención de su máximo rendimiento en términos de tanto de cantidad como de calidad, somos plenamente conscientes de que el proceso de valor de la cadena alimentaria no se puede dar por concluido una vez que se consigue que los cultivos germinen y crezcan correctamente.

Más allá de todas aquellas actuaciones que te ofrecemos en este blog, y te seguiremos ofreciendo en el futuro, relacionadas directamente con aquellas actividades agrícolas asociadas al cuidado de tus cultivos, también consideramos igualmente necesario que este esfuerzo se mantenga intacto en una fase igualmente esencial dentro de este proceso, como es la recolección de tu cosecha.

Por eso, una vez llegado el momento adecuado en el que las frutas, verduras u hortalizas cultivadas en tu explotación han finalizado su etapa de crecimiento, y se encuentran en el momento ideal para su recolección, te recomendamos que tengas presentes los siguientes consejos, con el fin de evitar cualquier daño que pueda afectar a tu productividad agrícola:

  • En primer lugar, y aunque pueda parecer una recomendación obvia, ten presente que cada cultivo presenta un sistema óptimo de recolección, en base a sus propiedades y características diferenciales, que se ha ido perfeccionando de generación en generación, y que es conveniente respetar para garantizar al máximo su protección.
  • Más allá de esta consideración general, siempre será preferible, salvo en casos muy excepcionales, proceder a su recolección manual, ya que, aunque este procedimiento puede implicar un mayor esfuerzo y coste, garantizará en todo momento un tratamiento más cuidado de los productos obtenidos en la cosecha y, al mismo tiempo, permitirá una mejor adaptación a las condiciones específicas de tu parcela, sobre todo si es preciso realizar la recolección en espacios con una menor accesibilidad o capacidad de movilidad.
  • Del mismo modo, será sumamente importante que este proceso de recolección sea llevado a cabo por personas especializadas en su desarrollo. Ten en cuenta que aunque el coste de su contratación será sensiblemente superior, se reducirá ostensiblemente el riesgo de mermas y pérdidas derivadas de una manipulación incorrecta del producto.
  • Por otro lado, y para finalizar en este sentido, en el caso de que se trate de productos agrícolas que requieran de un proceso de maduración extra posterior a su recolección, como ocurre con el plátano o el aguacate, prepara convenientemente aquellos espacios o cámaras en los que esta se llevará a cabo, sobre todo en lo referente a sus condiciones ideales de temperatura, humedad y ventilación, muy especialmente si se trata de frutas o verduras susceptibles de generar gases de forma natural durante este proceso.

 

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