A la hora de reducir el riesgo de escorrentía de tu suelo agrícola, descubre con nosotros la importancia de la instalación de sistemas de retención.

Tanto en la gestión de tu explotación agrícola como en el desarrollo de tu trabajo diario en el campo, no solo deberás prestar atención a la planificación óptima de tus cosechas, en cuanto a la selección de los cultivos más adecuados o la adquisición de los insumos que necesitarás durante las distintas etapas de siembra, germinación, crecimiento y recolección.

También será sumamente importante analizar la necesidad de emprender aquellas actuaciones que pueden serte útiles a la hora de preparar el suelo agrícola para que ofrezca su mejor rendimiento, de una forma eficiente y sostenible, y, sobre todo, en relación a aquellos aspectos dirigidos a mejorar su protección, reduciendo lo más posible los riesgos de erosión o contaminación de zonas colindantes, debido a la escorrentía del agua de riego o los tratamientos fitosanitarios aplicados.

En este sentido, desde AEPLA hoy queremos aprovechar este espacio para recomendarte la preparación y puesta en marcha de algunas buenas prácticas relacionadas con la instalación adecuada de estructuras de retención en tus parcelas, en base a los consejos que te mostramos a continuación:

  • En primer lugar, si tu parcela cuenta con una pendiente acentuada, será muy conveniente que te plantees el mantenimiento de vegetación en el interior de las zanjas existentes en la parcela, con el fin de que estas ejerzan una adecuada labor de retención de los sedimentos arrastrados por la lluvia y de los tratamientos aplicados en las zonas altas de la cuenca, favoreciendo así la protección de las zonas más bajas.
  • Del mismo modo, considera también la creación de balsas de retención de agua en el caso de que detectes que la derivación y acumulación de recursos hídricos, de forma permanente o estacional, es elevada. Para ello, será preciso evaluar con detenimiento la mejor ubicación y estructura de esta estructura de retención, así como su mantenimiento periódico mediante la retirada del exceso de sedimentos.
  • Más allá de estas dos primeras medidas, contempla la colocación de pequeños diques de contención en los márgenes de tu parcela si deseas ralentizar el movimiento de agua en tu cultivo e incrementar así el potencial de infiltración del suelo.
  • Por último, utiliza estructuras de dispersión del agua si detectas una tendencia a la concentración de escorrentía en zonas no deseadas de tu parcela, a través de la colocación de elementos permeables, como ramas o piedras, ya que el objetivo de estos radica en disminuir la concentración de agua, no en uso como dique de contención.

 

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