La aplicación de la economía circular en los sectores agrícola y fitosanitario resulta esencial para poder avanzar hacia una agricultura más sostenible.
Desde hace ya varios años, nuestra sociedad está incrementando su concienciación hacia la importancia de nuestros hábitos y actuaciones sobre nuestro entorno en su conjunto, y de forma específica en relación a la conservación y respecto del medio ambiente.
Por este motivo, el reciclaje ha dejado de ser una práctica esporádica y minoritaria, para convertirse en un comportamiento habitual para una gran parte de la población, como mecanismo para la gestión óptima y reutilización productiva de aquellos materiales que, en caso contrario, tendrían un efecto nocivo y contaminante para nuestro planeta.
Aun así, desde AEPLA consideramos preciso seguir avanzando de forma decidida en este ámbito, promoviendo aquellas actuaciones ecorresponsables que están relacionadas con lo que se conoce como economía circular.
La economía circular se puede definir, a grandes rasgos, como el diseño y desarrollo de modelos dirigidos a reducir al mínimo la generación de residuos en los procesos productivos y de consumo, mediante el uso compartido, reutilización, reparación, renovación o reciclaje de aquellos materiales y productos que actualmente se encuentran en uso o funcionamiento, con el fin de prolongar lo más posible su ciclo de vida.
Por tanto, para avanzar hacia una agricultura más sostenible y comprometida con la conservación de su entorno, resulta esencial la búsqueda de nuevas formas dirigidas a una gestión eficiente de recursos, que complementen y completen los avances desarrollados durante estos años en el ámbito del reciclaje de residuos.
En base a esta idea, las diferentes asociaciones que representan a la industria fitosanitaria en la Unión Europea, entre las que se encuentra AEPLA y que se integran en la European Crop Protection Association (ECPA), han establecido entre sus estrategias de actuación para los próximos 10 años, recogidas en sus Compromisos 2030, la necesidad de potenciar el reciclaje y reutilización de envases de productos fitosanitarios, como medida esencial para aportar nuestro granito de arena en algo tan importante para nuestro futuro en común como es la sostenibilidad de nuestro planeta