A la hora de controlar los daños que puede provocar la aparición de plagas y enfermedades en tus cultivos, no cabe duda de que lo mejor es la prevención.

Cuando hablamos de la importancia de la sanidad vegetal para el presente y futuro de la agricultura, resultará esencial, como ocurre en el caso de la medicina humana, llevar a cabo un proceso previo de prevención, que contribuya a reducir la posibilidad de que diferentes plagas, enfermedades y malas hierbas se establezcan, de forma efectiva, en tu parcela agrícola, siguiendo para ello los pasos contemplados en la estrategia de Gestión Integrada de Plagas.

No obstante, aunque cumplas estrictamente con estas medidas preventivas, es muy probable que te encuentres ante situaciones en las que será inevitable emplear mecanismos de actuación y control más específicos, mediante la aplicación directa de productos fitosanitarios.

En caso de que esto ocurra, te recomendamos que tengas siempre presente la necesidad de respetar en todo momento el cumplimiento de las buenas prácticas agrícolas que pasamos a comentarte a continuación:

  • En primer lugar, consideramos relevante aconsejarte el empleo de medios naturales o tecnológicos que te permitan una detección temprana de la presencia de plagas o enfermedades en tus cultivos. Así, podrás actuar con mayor rapidez y optimizar al máximo la aplicación de productos fitosanitarios.
  • A partir de esta primera recomendación, ten presente que este proceso deberá partir del desarrollo de una evaluación inicial del problema específico que afecta al cultivo, con el fin de que un técnico especializado pueda detectar qué plaga o enfermedad está causando los daños y cuál es el mejor tratamiento para su resolución.
  • De igual forma, recuerda que, en caso de que se decida que la medida más adecuada reside en el desarrollo de un tratamiento fitosanitario, este deberá ser aplicado por una persona que cuente con la acreditación legal requerida en este sentido.
  • Nunca trates de solucionar los daños provocados por una plaga o enfermedad con un producto fitosanitario que no se encuentre homologado para el control de plagas relacionado con dicha problemática y/o cultivo, aun en el caso de que sea el que tienes a mano en ese momento.
  • Asimismo, siempre que sea posible, opta por la opción fitosanitaria que tenga un carácter más inocuo en relación a la presencia de polinizadores, fauna salvaje o en caso de un posible contacto accidental con corrientes de agua próximas.
  • Tanto si cuentas con la capacitación necesaria para realizar este tratamiento como si delegas esta tarea en un aplicador fitosanitario acreditado, no olvides reflejar todos los detalles relativos a la fecha de aplicación, producto empleado o el método y la dosis aplicada en tu Cuaderno de Explotación.
  • En este sentido, respeta en todo momento las indicaciones que vienen recogidas en el envase o la etiqueta del producto fitosanitario elegido, especialmente en lo referente a la dosis y el modo de empleo recomendados.
  • Por último, también debes tener en cuenta la recomendación de retrasar la aplicación del tratamiento fitosanitario si es previsible que se produzcan condiciones meteorológicas adversas, y sobre todo ante la posible presencia de rachas de viento o lluvia que puedan afectar a tu parcela.

 

Aepla

Author Aepla

More posts by Aepla