¿Te estás planteando dar una nueva estética a tu jardín doméstico? Analiza la posibilidad de disfrutar del bienestar que aportan los jardines orientales.

Si dispones de un espacio anexo a tu vivienda en el que deseas ubicar tu jardín doméstico, y pretendes dotarlo de una estética homogénea, en base a la morfología del terreno y las condiciones ambientales imperantes en tu zona geográfica, puedes tener la tranquilidad de que dispones de mil y una posibilidades diferentes.

Así que, una vez que en anteriores publicaciones en este blog hemos profundizado en las características distintivas de los jardines xerófilos, los jardines mediterráneos y los jardines tropicales, hoy queremos mostrarte los aspectos más representativos de una modalidad diferente y original, que además te permitirá dotar a tu espacio botánico de una ambientación en la incrementar tu relajación y bienestar, como es el caso de los jardines orientales:

  • Los jardines zen, o de estilo oriental, se caracterizan por conseguir el máximo aprovechamiento de espacios reducidos, combinando a la perfección especies vegetales características de extremo oriente, como el bambú, la magnolia, la azalea o el cerezo, con elementos minerales y corrientes de agua, naturales o artificiales.
  • Como se ha comentado anteriormente, estos jardines orientales tienen entre sus finalidades básicas la generación de un espacio natural en el que contribuir a la relajación, la tranquilidad y la meditación.
  • Para ello, se suele estructurar el jardín oriental de tal forma que permita la existencia de espacios íntimos diferenciados, caracterizados además por el aprovechamiento de recursos naturales y su estructuración asimétrica, para emular así de la forma más fiel posible la “espectacular imperfección” de la naturaleza.
  • Del mismo modo, para el desarrollo de un jardín oriental resultará esencial tratar de mantener el carácter salvaje de los elementos vegetales y minerales utilizados, para conseguir que estos ofrezcan su textura y tonalidad original.
  • Para finalizar, si deseas aportar a este espacio un toque aún más oriental, plantéate la incorporación de elementos ornamentales asociados a la estética religiosa nipona, como son las esculturas que representan pequeños templos, por citar solo un ejemplo muy habitual en estos entornos.

 

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