La utilización de una Tabla Munsell permite conocer más detalles sobre las propiedades del suelo, aportando información útil en todos los sentidos.
Aunque aquellas personas que gozan de una dilatada experiencia de décadas en el desarrollo de su labor agrícola son capaces de identificar las características y propiedades del suelo con un simple golpe de vista, hoy en día se puede contar con métodos técnicos diseñados para conocerlo con más detalle a través, entre otros aspectos, por su color, como es la Tabla Munsell.
Si tenemos en cuenta que la coloración adquirida por el suelo de tu parcela responde en su mayor medida a los distintos elementos que lo componen, este utensilio refleja una clasificación de las diferentes tonalidades que puede alcanzar, facilitando de forma notable no solo su identificación sino, lo que es más importante, los tratamientos más adecuados que podemos o no darle en función de sus propiedades.
En este sentido, gracias a la utilización de una Tabla Munsell se puede detectar aspectos tan relevantes como el nivel de oxidación o reducción química del suelo, la concentración de materia orgánica con la que cuenta o la presencia de componentes que le otorgan un color característico, como puede ser la concentración de óxidos férricos (que mostraría una tendencia a tonalidades ocres) o de manganeso (adquiriendo en este caso una tonalidad próxima al negro), por citar solo dos ejemplos.
Este instrumento, de gran importancia en el equipamiento de un ingeniero agrónomo, cuenta a día de hoy con más de 80 años de existencia, ya que fue diseñado en el año 1930 por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, a partir de una clasificación establecida por el profesor de arte Albert Henry Munsell, de ahí su nombre.
Así, la Tabla Munsell permite ofrecer información mediante comparación de una muestra tanto en seco como húmeda con las notaciones mostradas en este sistema sobre tres componentes básicos del cualquier tipo de suelo, y específicamente del suelo agrícola, en relación a:
- Su tonalidad o matiz: ofrece información sobre el color espectral puro de la porción de suelo examinada, a partir del establecimiento de 5 tonalidades de muestra principales (rojo, amarillo, verde, azul y púrpura), y otras 5 consideradas complementarias, al estar definidas a partir de la combinación de las anteriores), así como la graduación posterior de cada una de ellas desde 0 hasta 10 en función de su longitud de onda.
- Su brillo: nuestra la proporción de luz reflejada que ofrece la muestra de suelo tomada, estableciendo así su nivel de claridad u oscuridad.
- Su croma: expresa la pureza relativa del color identificado en relación a la tonalidad del suelo.