Los jardines xerófilos van ganando terreno en las preferencias de los amantes de la jardinería en nuestro país. Conoce con nosotros todos sus secretos.
Hace ya algunas semanas decidimos aprovechar este espacio para repasar contigo los distintos tipos de jardín que, a día de hoy, despiertan un mayor interés entre todos aquellos a los que les apasiona la jardinería doméstica.
Así, tomando como referencia este análisis, hoy queremos ir un paso más allá en este sentido, profundizando en una modalidad de jardín que guarda una estrecha relación con las condiciones ambientales propias del verano en nuestro país, como son los jardines xerófilos, y que, gracias a su originalidad y carácter distintivo, está experimentando un considerable crecimiento de su atractivo en los últimos años.
Tal y como su nombre indica, los jardines xerófilos se caracterizan por estar compuestos, en su práctica totalidad, por variedades vegetales especialmente adaptadas a su desarrollo óptimo en entornos secos, marcados habitualmente por las altas temperaturas y un acceso limitado a recursos hídricos.
Por este motivo, las especies seleccionadas para el desarrollo de jardines xerófilos suelen ser variedades de cactus y otras plantas aclimatadas a ecosistemas semidesérticos, y que cuentan por tanto con unas raíces más fuertes y profundas, así como con parénquimas concebidas para el almacenamiento interno de agua.
Si bien estos jardines xerófilos contrastan con la frondosidad y viveza de otras tipologías de otras modalidades alternativas, cuentan con la ventaja de ofrecer una menor necesidad de mantenimiento y, a su vez, un mejor aprovechamiento de los recursos naturales de los que dispone de forma natural.
Además, la práctica totalidad de estas especies vegetales tiene un carácter perenne, por lo que permiten mantener una uniformidad estética constante durante todo el año.
En consecuencia, el desarrollo de jardines xerófilos es especialmente recomendable en aquellas ubicaciones geográficas de nuestro país en las que se la variación térmica estacional es considerablemente elevada, dada su notable resistencia natural en condiciones ambientales extremas.
Del mismo modo, se trata de una modalidad de jardín muy a tener en cuenta si te estás planteando contar con espacios verdes domésticos en tu segunda residencia, ya que no requieren de un cuidado y supervisión tan intensiva como otros tipos de alternativas botánicas.
