La asociación de cultivos en tu huerto urbano te permitirá aprovechar la simbiosis entre especies para mejorar su salud y capacidad de desarrollo conjunta.

A la hora de planificar el desarrollo y mantenimiento de tu huerto doméstico no solo es importante que tengas presente qué cultivos son los que más despiertan tu atención, en qué medida pueden adaptarse a las condiciones externas o cuál es la mejor forma de adaptar tu espacio disponible y tu capacidad de recursos a todas las variedades vegetales que te gustaría incorporar.

También es conveniente que tengas en cuenta un aspecto bastante desconocido en el ámbito de la agricultura urbana y doméstica, pero que puede ofrecerte un sinfín de buenas noticias, como es el aprovechamiento de las ventajas derivadas de la asociación de cultivos.

Cuando se habla de asociación de cultivos se está haciendo referencia a aquellas variedades que, al plantarse de forma conjunta, en el mismo espacio de tu huerto o durante la misma campaña, generan una simbiosis beneficiosa para su desarrollo óptimo, al tratarse de especies compatibles en cuanto a sus características o a la interrelación que realizan con su entorno.

En este sentido, a continuación, queremos mostrarte algunas reglas básicas que pueden ayudarte a aprovechar la asociación de cultivos en tu propio beneficio, o más concretamente para el beneficio de tu huerto doméstico:

  • En primer lugar, hay que partir de la base de que aquellas especies vegetales que pertenecen a una misma familia no ofrecen, en líneas generales, una asociación de cultivos óptima. La explicación a esta incompatibilidad es bastante lógica, ya que son cultivos que suelen requerir los mismos nutrientes del suelo y, al mismo tiempo, pueden favorecer la transmisión cruzada de plagas y enfermedades especializadas en ellas.
  • En cuanto a las asociaciones de cultivos positivas, las plantas aromáticas, como la lavanda o la albahaca, ofrecen una muy buena asociación con los cultivos de hortalizas, ya que su función natural como repelentes de plagas favorece la protección de las variedades que se cosechan en sus proximidades.
  • Del mismo modo, como ya hemos comentado en otras ocasiones en este blog, las leguminosas son variedades especialmente propicias para la recuperación de las propiedades del suelo agrícola, y en concreto como aportadoras naturales de nitrógeno y otros nutrientes. Por eso, suelen ser muy apreciadas en el desarrollo de rotación de cultivos.
  • Para finalizar, te recomendamos que te informes sobre la capacidad que ofrecen especies como el cilantro y la capuchina para establecer asociaciones de cultivos beneficiosas con prácticamente todas aquellas especies que se encuentren a su alrededor. El cilantro tiene la propiedad de generar un entorno menos propicio para la presencia de pulgones, mientras que la capuchina presenta unas condiciones naturales que le permiten reducir el riesgo de presencia de hongos.

 

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