Resuelve tus dudas sobre los pasos a seguir para la plantación de tus cultivos en semilleros, como paso previo a su incorporación a tu huerto doméstico.

A la hora de poner en marcha tu huerto doméstico, o incrementar los cultivos presentes en él, es conveniente que tengas presente que algunas variedades de plantas ofrecen una mayor probabilidad de germinación óptima si se realiza previamente su plantación en lo que se conoce comúnmente como ‘semilleros’.

Dicho de otro modo, en lugar de realizar su siembra directa en la tierra de cultivo, variedades vegetales como los pimientos, las berenjenas, los tomates o los calabacines, por citar algunos ejemplos, ofrecen unos mejores resultados si su fase inicial de crecimiento se lleva a cabo en un recipiente individual, en el que será más sencillo realizar un seguimiento controlado de sus condiciones de humedad y aporte de nutrientes.

En este sentido, hoy queremos aprovechar este espacio para repasar contigo los pasos a seguir para contribuir al desarrollo óptimo de cultivos para tu huerto doméstico en semilleros, ya que, si bien la duración de cada uno de ellos dependerá de la variedad vegetal seleccionada, serán en todos los casos los que te mostramos a continuación:

  • En primer lugar, y una vez seleccionado el recipiente que consideres más adecuado para su utilización como semillero, humedece convenientemente el sustrato como paso previo a su introducción. Al realizar este humedecimiento generalizado podrás asegurarte de que este cuenta con un reparto homogéneo de humedad, para evitar así la posible presencia de porciones con una mayor sequedad, que puedan ejercer de barrera para la germinación de la planta.
  • Una vez transcurrido un periodo aproximado de dos horas desde la realización del paso anterior, será el momento de introducir en cada semillero dos o tres semillas de la variedad elegida, o una sola semilla si se trata de cultivos de mayor tamaño, enterrándolas a cierta profundidad.
  • En el caso de que utilices esta técnica para el desarrollo inicial de varios cultivos, recuerda etiquetar cada semillero con la variedad que acabas de plantar, para reducir el riesgo de una posible confusión y, de esta forma, aplicar a cada especie el tratamiento que necesita.
  • En este sentido, infórmate sobre las condiciones ideales para la germinación óptima de cada variedad de cultivo, en cuanto a su humedad, nutrientes y niveles de luz y ventilación.
  • Para finalizar, solo te restará realizar el trasplante al sustrato en el que tienes previsto que desarrollo su proceso de crecimiento, humedeciéndolo previamente y realizando un hueco en él para incorporar el contenido íntegro del semillero, y seguir aplicándole los cuidados recomendados.
  • En este último paso, si no utilizas recipientes biodegradables y es preciso manipular el plantón, recuerda hacerlo siempre por la parte más resistente y menos sensible, que, en contra de lo que se suele pensar, suelen ser las hojas, no el tallo.

 

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