La protección de tus manos es esencial cuando realizas la aplicación de tratamientos fitosanitarios. Presta atención a estas medidas preventivas.

Hace tan solo unos días te mostramos nuestro interés por aprovechar este espacio de comunicación para resolver todas tus posibles dudas sobre la elección y uso correcto de equipos de protección individual durante la aplicación de tratamientos fitosanitarios.

En este sentido, una vez que ya profundizamos con detenimiento en las recomendaciones a tener en cuenta para garantizar que estos equipos cumplen de forma satisfactoria con su finalidad de protección a nivel corporal, hoy queremos detenernos en una zona de tu cuerpo especialmente sensible durante este proceso, como es la protección de tus manos.

Ten en cuenta que tus manos son una de las zonas de tu cuerpo que, sin lugar a dudas, requerirán de una mayor vigilancia y cuidado durante la manipulación y aplicación de este tipo de productos y tratamientos, por lo que resultará de una gran importancia poner en práctica todas y cada una de las medidas preventivas que te mostramos a continuación:

  • Utiliza siempre guantes homologados, que cuenten con la certificación ‘CE’, ya que este etiquetado refleja que cuentan con la correspondiente aprobación por parte de las autoridades competentes en materia de seguridad en el trabajo en la Unión Europea.
  • Se recomienda que optes por la utilización de modelos de guantes flexibles y transpirables, que contribuyan a mantener una total movilidad de tus manos, y que, a su vez, estén elaborados a su vez con materiales externos antideslizantes, como es el caso de los fabricados en nitrilo o neopreno.
  • Ten en cuenta que los guantes tradicionales de limpieza, fabricados con látex, o los empleados habitualmente en jardinería, realizados en cuero o piel, no garantizan tu protección frente a un posible contacto con sustancias químicas y, además, en este último caso, no cuentan con su necesaria capacidad impermeable.
  • Del mismo modo, selecciona preferiblemente aquellos modelos de guantes de protección que dispongan de una longitud mínima de 30 centímetros, para incrementar tu protección por encima de tus muñecas, y que dispongan de un grosor de, al menos, 0,5 milímetros.
  • Una vez colocados tus guantes, sitúa los puños de tu equipo de protección individual por encima de esta prenda de protección, para reducir al máximo la posibilidad de entrada de producto entre el guante y tu piel.
  • Por último, solo nos queda recordarte que, una vez finalizada la aplicación, procedas al triple enjuague de tus guantes de protección, lavando en primer lugar tus manos con los guantes puestos, posteriormente el interior de los mismos y, para finalizar, la piel de tus manos, procediendo al secado de este equipo de protección siempre con los dedos hacia arriba.
  • Asimismo, como ya comentamos para el caso de los equipos de protección corporal, será indispensable que lleves a cabo su supervisión periódica, con el fin de sustituirlos si detectas cualquier daño, desperfecto o perforación.

 

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