El hecho de usar equipos de protección individual resulta esencial para asegurar al máximo tu seguridad cuando apliques tratamientos fitosanitarios.

Entre los elementos que deberán estar presentes en tu equipamiento, utensilios y herramientas básicas para la aplicación de soluciones de sanidad vegetal, deberás contar con los correspondientes equipos de protección individual, convenientemente homologados para su uso en este tipo de labores agrícolas.

En este sentido, hemos tomado la decisión de aprovechar este espacio de comunicación contigo para contribuir a resolver tus posibles dudas sobre estos Equipos de Protección Individual, también conocidos popularmente como EPIs, con el fin de fomentar, en la medida de nuestras posibilidades, su uso seguro y responsable, garantizando así tu máxima seguridad durante el proceso de aplicación de tratamientos fitosanitarios.

Así, en base a esta reflexión, y teniendo en cuenta que a la hora de proceder a la aplicación de tus productos y tratamientos fitosanitarios será imprescindible que consultes con detenimiento y respetes en todo momento las advertencias y recomendaciones de seguridad específicas recogidas por el fabricante en el envase del producto, hoy queremos comenzar a desgranar esta información comenzando por aquellos aspectos clave que debes tener presente en cuanto al uso de equipos orientados a asegurar tu protección corporal:

  • Como norma general inicial, aplicable a todos los casos, utiliza siempre EPIs impermeables, y confía únicamente en aquellos equipos de protección individual que cuenten con la correspondiente homologación ‘CE’ otorgada por los organismos competentes en el ámbito de la Unión Europea.
  • Asimismo, ten en cuenta que el nivel de protección de un EPI estará relacionado, entre otros factores, con la superficie de tu cuerpo que este equipo cubre de forma integral, por lo que siempre será preferible el empleo de aquellos equipos que protejan tanto el cuerpo como la práctica totalidad de las extremidades, salvo las manos y los pies, así como que dispongan de un sistema de cierre que llegue, como mínimo, hasta el cuello de la persona que, en base a su cualificación, se responsabilizará de la aplicación del tratamiento.
  • Del mismo modo, te recomendamos que priorices aquellos equipos que cuentan con una capucha integrada, que permita cubrir tu cabeza e incrementar así tu protección, sobre todo si realizas la aplicación de tratamientos por pulverización.
  • En este punto, es preciso aclarar que, a la hora de adquirir tu EPI, este carácter de protección integral no deberá afectar, en modo alguno, a tu comodidad, movilidad y capacidad de transpiración, ya que este es otro elemento imprescindible para garantizar tu seguridad y protección personal.
  • En cuanto al modo más adecuado de uso de tu equipo de protección individual, y aunque pueda resultar una recomendación obvia, coloca siempre las perneras y puños de tu EPI por encima de tu calzado de trabajo y guantes, para evitar que estas zonas de tu cuerpo se puedan encontrar desprotegidas en algún momento.
  • Realiza todas estas recomendaciones previas antes de proceder a la apertura del envase de tu producto fitosanitario, para minimizar así cualquier riesgo de contacto accidental, y sobre todo si resulta necesaria la preparación de la mezcla que emplearás como tratamiento para la protección de tus cultivos.
  • Para finalizar, recuerda realizar una revisión y mantenimiento periódico exhaustivo de tus equipos de protección corporal, con el fin de detectar posibles desperfectos o daños que puedan incidir en su nivel de protección.
  • En este sentido, una práctica muy recomendable residirá en contar con, al menos, un EPI homologado de repuesto, para permitir su sustitución de urgencia en el caso de que estas deficiencias se produzcan, o sean detectadas, en el momento previo, o durante, su utilización.

 

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