A la hora de plantearnos dar forma a nuestro primer huerto urbano, la recomendación es dedicar unos minutos a repasar estos sencillos consejos prácticos.
El hecho de poner en marcha nuestro propio huerto urbano solo requiere, en términos generales, de grandes dosis de interés, algo de paciencia y la preparación de aquellos recursos que utilizaremos durante las distintas fases del proceso, desde la siembra hasta la recolección.
No obstante, a pesar de que para la mayoría de las tareas a realizar no se necesitará de unos conocimientos técnicos avanzados, más allá del asesoramiento que nos ofrezcan a la hora de adquirir las semillas, plantones o productos, sí que es preciso tener en cuenta algunos consejos prácticos que nos ayudarán a no cometer aquellos errores que pueden poner en riesgo nuestro esfuerzo, sobre todo cuando decidimos crear un huerto doméstico por primera vez.
En este sentido, para evitar sorpresas y contribuir a que podamos obtener los resultados deseados, incrementando día a día nuestra pasión por la agricultura doméstica, la recomendación es tener presentes los siguientes trucos y consejos prácticos:
- Aunque este primer aspecto pueda nos resulte obvio, será fundamental informarnos, antes de comenzar, sobre las características y requerimientos de cada cultivo, y muy especialmente en relación al mejor periodo del año para proceder a su siembra. Los cultivos de temporada no son un capricho, sino aquellos que mejor se adaptarán a las condiciones de clima y entorno.
- Del mismo modo, será de gran importancia adecuar lo más posible tanto las características del suelo como la exposición al sol o la frecuencia de riego a cada cultivo, estableciendo zonas diferenciadas si se considerase necesario.
- Si optamos por plantar semillas, debemos tener presente la existencia de una regla básica, que consiste en no enterrarlas a una profundidad mayor que el doble de su tamaño. En consecuencia, cuanto más pequeña sea la semilla del cultivo elegido más próxima deberá estar a la superficie, para facilitar así su crecimiento.
- Por otro lado, si para el desarrollo de nuestro huerto nos decidimos por la utilización de plantas procedentes de semilleros o viveros, debemos de situar el plantel a ras de la tierra, evitando dejarlo parcialmente asomado o enterrar una parte de su tallo, ya que esto implica un mayor riesgo de pérdida.
- Tanto en un caso como en otro, debemos recordar siempre realizar un riego adecuado después de la siembra, para que las semillas o el plantón se aclimaten lo antes posible al terreno.
- En el caso concreto de las hortalizas, que suelen ser los cultivos más habituales en los huertos urbanos, un consejo que puede ser sumamente útil reside en realizar una siembra escalonada, es decir, distribuyendo la siembra con entre una semana y diez días de diferencia. De esta forma, podremos disfrutar de estos productos durante más tiempo, evitando que se acumule una gran cantidad de alimentos del mismo cultivo en el momento de su recolección.
- Para finalizar con estos consejos, recomendamos recordar también la importancia de optar por la rotación de cultivos en nuestro huerto urbano, y muy especialmente si incorporamos en este proceso la plantación de leguminosas, ya que es la mejor forma de favorecer la regeneración natural de la tierra de cultivo y evitar así el agotamiento de sus nutrientes.