Los espacios verdes y huertos urbanos juegan un papel mucho más importante del que, a priori, podemos imaginar en nuestra lucha contra el cambio climático.

Cuando se hace referencia a la necesidad urgente de tomar medidas para combatir los efectos del cambio climático, así como sus elementos desencadenantes, para avanzar hacia un mundo más habitable, es relativamente normal que dirijamos nuestra mirada hacia actuaciones esenciales en este sentido, como la reducción de emisiones contaminantes o la necesaria conservación de nuestro entorno natural.

No obstante, la importancia de estos elementos no debe ocultar el carácter imprescindible de llevar a cabo otras medidas orientadas igualmente a mejorar nuestra sostenibilidad, y que resultarán básicas para hacer frente con éxito a la crisis climática que estamos padeciendo.

En este sentido, desde la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se está destacando notablemente la necesidad de incrementar el número de espacios verdes en nuestros entornos urbanos, así como su protección, para contribuir así a actuar de forma directa contra las sustancias contaminantes que están acelerando el cambio climático e influyen en el calentamiento global.

Así, el hecho de que cada vez sean más los núcleos urbanos que están apostando activamente por el fomento de sus áreas verdes, ya sea a través del desarrollo, mantenimiento y cuidado óptimo de sus parques y jardines, o a través de la incentivación para la puesta en marcha de huertos domésticos, ya sean particulares o vecinales, supone, en nuestra opinión, una extraordinaria medida para afrontar el problema de forma directa, y hacerlo precisamente en aquellos puntos que son responsables de una parte considerable de la ‘huella’ que cada día estamos dejando en el planeta.

Del mismo modo, es conveniente que tengamos presente que el desarrollo y protección de estos espacios pasa por ser una de las actuaciones más relevantes para garantizar la habitabilidad y calidad de vida en los entornos urbanos, ya que la existencia y conservación de áreas verdes es una de las mejores actuaciones que se pueden poner en marcha para reducir lo que se conoce como efecto ‘isla térmica’.

En definitiva, desde el Grupo Áreas Verdes de AEPLA queremos animarte a que no dudes en aportar tu granito de arena en este sentido, aprovechando aquellos espacios que tienes a tu disposición para el desarrollo de un huerto o jardín doméstico, así como mediante el respeto y protección de los ‘pulmones verdes’ de tu localidad, ya que la suma de muchas pequeñas actuaciones es, sin duda, una forma perfecta para contribuir a revertir esta situación y plantarle cara con éxito a los retos que nos deparará el futuro en este sentido.

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