Ante la inminente llegada del otoño, conoce con nosotros qué actuaciones es conveniente que lleves a cabo para el cuidado y mantenimiento de tu jardín.

A la hora de conseguir que tu jardín doméstico pueda ofrecerte su mejor cara a lo largo de los 365 (o 366) días del año, será indispensable que en cada periodo del año le aportes los cuidados básicos que requiere, en función de sus características y de las condiciones ambientales que le ofrece el entorno en el que se encuentra ubicado.

Por eso, una vez que solo quedan unos días para dar la bienvenida que merece al otoño, desde el Grupo Áreas Verdes de AEPLA queremos reflexionar contigo sobre aquellas actuaciones y cuidados que pueden ayudarte a preparar tu jardín para que responda de la mejor forma posible a los cambios climáticos que, antes o después, pueden afectar al mantenimiento de tu espacio botánico doméstico:

  • Para comenzar, recuerda la importancia de proceder a la recogida y limpieza de las hojas que vayan depositándose en el suelo por su caída natural de las variedades caducifolias presentes en tu jardín. De esta forma, a través de su rastrillado periódico, evitarás la generación excesiva de materia en descomposición y su posible influencia sobre la proliferación de plagas y malas hierbas.
  • Adapta la frecuencia y volumen de riego a las necesidades de cada especie vegetal presente en tu jardín, ya que estas serán muy diferentes a las que tu espacio necesita durante los meses de verano.
  • Del mismo modo, en el caso de tus arbustos y árboles ornamentales o frutales, comienza el otoño realizando la poda y retirada de aquellas ramas que hayan sufrido unos mayores daños a causa de los rigores del calor veraniego, para permitir así que estas variedades botánicas se desarrollen con una mayor fuerza y vigor antes de la llegada del invierno.
  • Asimismo, realiza una revisión habitual que te permita identificar la presencia y desarrollo incontrolado de malas hierbas, ya que estas pueden afectar muy negativamente a la salud y posibilidades de crecimiento de tus especies vegetales.
  • También será importante comenzar a establecer sistemas de protección para aquellas variedades que presentan una mayor sensibilidad al paulatino descenso de las temperaturas y la ocurrencia de condiciones atmosféricas adversas.

Para finalizar, sopesa la necesidad de aplicar aquellas soluciones de sanidad vegetal que te permitan prevenir la aparición de plagas y enfermedades, sobre todo en relación a aquellas que encuentran un entorno proclive ante la presencia de temperaturas suaves y una humedad ambiental creciente, como es el caso de las provocadas por hongos.

 

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