Descubre todas las medidas que es conveniente que tengas presente para favorecer el cuidado y protección de tu huerto doméstico durante el invierno.

Si cuentas con un pequeño huerto doméstico o un huerto urbano es muy probable que la llegada del invierno te esté generando, en mayor o menor medida, un considerable número de interrogantes y preocupaciones, especialmente en relación a las medidas que debes poner en práctica para garantizar su protección frente a las condiciones meteorológicas adversas propias de esta estación.

En este sentido, es preciso aclarar que el comienzo de la estación invernal supone una etapa más en el ciclo de vida de tu huerto doméstico, tan indispensable para su desarrollo como las demás, aunque sí que es cierto que puede requerir de ti una mayor atención y supervisión, sobre todo en aquellos días en los que las condiciones ambientales sean más extremas.

Para ayudarte en este sentido, desde el Grupo Áreas Verdes de AEPLA hoy queremos aprovechar este espacio para que conozcas algunas recomendaciones que pueden serte útiles a la hora de alcanzar este objetivo, y que pasamos a resumirte a continuación:

  • En primer lugar, resulta necesario comenzar este repaso recordando la importancia de que apuestes durante estos meses por la plantación de aquellos cultivos de temporada asociados a la estación invernal, ya que son aquellas que ofrecen una mayor capacidad de adaptación a las condiciones ambientales propias del invierno.
  • Del mismo modo, también será conveniente que te informes sobre aquellos cultivos que pueden ofrecerte unos mejores resultados si previamente se realiza su plantación en semilleros, con el fin de protegerlos del frío durante sus primeros días de germinación y crecimiento.
  • Asimismo, recuerda la necesidad de ajustar la frecuencia de riesgo a las necesidades reales de tus cultivos durante esta estación del año, marcada por un mayor número de precipitaciones y un considerable incremento de la humedad ambiental.
  • En relación al punto anterior, y al contrario de lo que sueles hacer durante el resto del año, realiza el riego de tus cultivos en aquellos momentos del día en los que las temperaturas sean más elevadas. Si durante el resto de estaciones lo que se pretende es evitar el ‘efecto evaporación’ del agua utilizada en el riego, durante el invierno lo esencial será reducir el riesgo de que el hecho de regar al atardecer o durante la noche pueda provocar la generación de heladas que afecten a la planta.
  • Más allá de los consejos anteriores, evalúa la necesidad de instalar coberturas o elementos de protección que eviten la acción directa del frío y el viento sobre tus plantas, sobre todo si estas se encuentran en el exterior y muestran una alta exposición a este tipo de inclemencias.
  • Para finalizar, ten presente que durante las últimas semanas del invierno será indispensable comenzar a prestar una atención aún mayor a la posible aparición de plagas y enfermedades en tus cultivos. Recuerda que, a medida que las temperaturas aumenten y nos acerquemos a la primavera, las condiciones ambientales serán más favorables para la proliferación de estas amenazas agrícolas.

 

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