Los cultivos de pedaliáceas, como el ajonjolí o sésamo, son característicos de climas tropicales, lo que incrementa sus necesidades de sanidad vegetal.

Como ya hemos comentado al profundizar en otras familias de cultivos, como las zingiberáceas o las piperáceas, algunas especies vegetales han sido empleadas desde tiempos inmemoriales por el ser humano como condimento gastronómico, dirigido a servir de aditivo natural o complemento perfecto a los ingredientes principales que conforman cada receta.

Este es el caso también de los cultivos asociados a la familia de las pedaliáceas, entre los que destaca, por encima del resto por su versatilidad y carácter saludable, el ajonjolí o sésamo.

Tal y como ocurre con otras familias de cultivos representativas de nuestra agricultura, los cultivos de las pedaliáceas presentan unas preferencias climáticas íntimamente relacionadas con un clima tropical, aunque se adaptan perfectamente también a zonas geográficas marcadas por unas temperaturas medias más templadas.

Este aspecto implica, a su vez, que estos cultivos presenten unas necesidades de riego y humedad relativamente elevadas, esenciales para que su parte comestible, habitualmente su semilla, adquiera un tamaño y condiciones óptimas para su aprovechamiento humano.

Por otro lado, en cuanto a sus requerimientos edafológicos, los cultivos de pedaliáceas necesitan de suelos ricos en materia orgánica, y muy especialmente en macronutrientes esenciales (Nitrógeno, Potasio y, sobre todo, Fósforo), al tratarse de variedades vegetales que se caracterizan por una alta absorción de recursos.

Estas características del entorno, en las que los cultivos de las pedaliáceas encuentran unas mejores condiciones de desarrollo, también están altamente ligadas a las amenazas agrícolas que pueden afectar a su crecimiento óptimo, y que pasamos a mostrarte, a continuación.

En lo referente a las plagas más habituales en parcelas agrícolas dedicadas al cultivo de pedaliáceas, y en concreto de ajonjolí, será imprescindible ejercer el mayor control posible para detectar la presencia y proliferación de la Mosca blanca, el Gusano cortador, la Gallina ciega o las diferentes variedades de Masticadores.

Por su parte, será preciso combatir con la mayor diligencia posible la aparición de aquellas enfermedades asociadas a un riego o humedad excesiva, provocadas por hongos, como son la Pseudocercospora sesami, la Macrophomina phaseolina, la Bacteriosis o la Antigastra catalaunalis.

 

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