La elección de las semillas empleadas en tus cultivos es un aspecto tan importante como el cuidado del suelo o la supervisión del agua de riego.
En el desarrollo de la actividad agrícola hay que tener presente en todo momento que, junto a la realización de aquellas técnicas que permitan un mejor estado del suelo o la supervisión de la calidad del agua utilizada para el riego de los cultivos, resultará fundamental prestar la atención que merece a la selección óptima de las semillas que darán lugar, con el paso del tiempo, a la cosecha.
En este punto, si bien el empleo de semillas obtenidas durante la misma recolección se puede considerar como una tradición ancestral en nuestra cultura agrícola, resulta igualmente innegable que esta medida puede contribuir, en mayor o menor medida, a la transferencia de aquellas deficiencias que estos cultivos puedan presentar entre cosechas sucesivas.
Frente a ello, lo más correcto es considerar la elección de semillas como un elemento clave para contribuir a la minimización de aquellos problemas que podríamos definir como ‘heredados’, poniendo en práctica las medidas de prevención que pasamos a comentarte a continuación:
- En primer lugar, lo más recomendable será proceder a la utilización de semillas procedentes de viveros o semilleros homologados, en los que se haya llevado a cabo un proceso previo de análisis y supervisión exhaustiva que reduzca el riesgo de existencia de aquellas deficiencias que, por desgracia, es imposible detectar hasta que la planta se encuentre en pleno proceso de crecimiento.
- Del mismo modo, el hecho de optar por este tipo de semillas supone una garantía en cuanto a que estas se encuentran libres de la presencia de plagas, así como de su pureza varietal y capacidad germinativa, frente a aquella selección que podamos realizar de una forma más rudimentaria, en la que siempre estaremos expuestos, por ejemplo, a la inclusión de semillas enfermas o procedentes de malas hierbas presentes en el terreno.
- De cualquier forma, si por cualquier causa te encuentras ante la imposibilidad de optar por la utilización de semillas certificadas, recuerda la importancia de realizar un proceso previo de selección de semillas procedentes de aquellas cosechas o parcelas que te hayan ofrecido un mejor rendimiento y, al mismo tiempo, tener presente en todo momento el tiempo de vida, o plazo estimado de aprovechamiento útil, de estas semillas, ya que es más que posible que vayan experimentando un paulatino proceso de deterioro si no se toman las medidas necesarias para contribuir a su conservación en condiciones óptimas.