¿Has realizado la plantación de distintas especies vegetales en semilleros? Aquí te mostramos cómo realizar su trasplante de una forma adecuada.

Si tienes cierta experiencia en la plantación de diferentes variedades vegetales en tu jardín o huerto doméstico estamos seguros de que te resultará familiar la utilización de semilleros para realizar la siembra previa de algunas especies.

A través del empleo de esta técnica puedes comenzar a cultivar con mayor antelación aquellas variedades de plantas que, por cualquier causa, y muy especialmente en lo que se refiere a las condiciones climáticas, requieren de un especial cuidado y un mayor control y supervisión en relación a sus condiciones de germinación y crecimiento inicial.

No obstante, ahora que nos encontramos a tan solo unas semanas del comienzo de la primavera, va siendo hora de que comiences a trasplantar a tu huerto o jardín esas plántulas que ya han alcanzado un tamaño adecuado en su semillero, para que puedan continuar su desarrollo en las mejores condiciones posibles.

Una vez que hace ya algún tiempo te mostramos algunos consejos útiles para la utilización de semilleros, hoy queremos avanzar un paso más en este proceso, mostrándote cuáles son los pasos más adecuados para trasplantar tus plantas a su ubicación definitiva en tu jardín o huerto doméstico:

  • Como primera medida, no tengas prisa a la hora de proceder al trasplante de tus plantas de semillero, a no ser que observes que están alcanzando un crecimiento superior al esperado y están comenzando a quedarse sin espacio.
  • Ten en cuenta que cada especie cuenta con sus propios plazos para la realización de esta actuación, en función del periodo del año en el que te encuentres y el tiempo transcurrido desde su germinación. Por este motivo, infórmate sobre las condiciones específicas de cada una de ellas y, en la medida de lo posible, respeta estrictamente estas indicaciones.
  • En el momento en el que decidas llevar a cabo el trasplante de tus plantas de semillero, recuerda que será conveniente realizar una fase de aclimatación previa, con el fin de que se vayan adaptando de una forma progresiva a las condiciones ambientales externas.
  • Lo ideal es que realices este proceso de aclimatación, o endurecimiento, una o dos semanas antes de proceder a su trasplante definitivo, mediante la colocación en el exterior del semillero en el que se encuentra la planta durante el día, y en un lugar convenientemente protegido de radiación solar y corrientes de aire excesivas. Al anochecer, vuelve a situar el semillero en su ubicación original.
  • Durante este periodo será conveniente que vayas realizando, al mismo tiempo, la preparación del terreno en el que se realizará el trasplante de cada plántula, procediendo a su descompactación y a la aportación de nutrientes y materia orgánica si fuese necesario.
  • Transcurrido este tiempo prudencial, tus plantas de semillero ya habrán adquirido la fuerza suficiente para continuar su crecimiento en tu huerto o jardín, teniendo presente que será necesario seguir protegiéndolas frente a condiciones ambientales adversas y la posible aparición de plagas o enfermedades.

 

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