La innovación en sanidad vegetal no es una opción, sino una necesidad. Por eso, resulta esencial generar un entorno que favorezca su desarrollo.
El desarrollo de actuaciones relacionadas con la supervisión y control de la sanidad vegetal de tus cultivos es fundamental para contribuir a minimizar aquellos posibles daños provocados por agentes nocivos externos, incrementando así la productividad y calidad de tus cosechas.
A día de hoy, tienes a tu disposición toda una serie de medidas preventivas y tratamientos cuya finalidad esencial es reducir el riesgo de que las plagas y enfermedades que actualmente se conocen puedan afectar a tu producción agrícola, o dirigidos a actuar de una forma efectiva en el caso de que, a pesar de tus precauciones, estas se produzcan.
No obstante, si bien los mecanismos y alternativas de sanidad vegetal con los que contamos actualmente prestan una inestimable labor en este sentido, sería un error creer que todo está hecho y dejar a un lado la necesidad de seguir avanzando, día a día, en la investigación y desarrollo de nuevas soluciones, más efectivas y sostenibles para hacer frente a estas amenazas.
Hay que tener presente que los múltiples enemigos a los que debe enfrentarse la sanidad vegetal son, en su práctica totalidad, organismos vivos susceptibles con una elevada capacidad de mutación genética y adaptación a las medidas de protección disponibles, por lo que es más que previsible que aquellas soluciones que son perfectamente válidas hoy vayan reduciendo su efectividad con el paso del tiempo.
Del mismo modo, no debemos obviar una realidad inherente a nuestro tiempo, como es el hecho de que nos encontramos en un mundo cada vez más ‘próximo’ y globalizado, en el que aquellas amenazas que actualmente se encuentran a miles de kilómetros de distancia pueden llegar a nuestro territorio, desgraciadamente, en cuestión de días.
Por tanto, no solo es básico tomar todas aquellas medidas que están a nuestro alcance para garantizar la sanidad vegetal de nuestra agricultura frente a los peligros que le acechan en la actualidad, sino también seguir avanzando, con paso firme y decidido, en la creación de un escenario que favorezca la inversión en la investigación, desarrollo e innovación de soluciones frente a aquellos peligros que, previsiblemente, nos afectarán a corto y medio plazo.
Solamente desde esta perspectiva proactiva, capaz de anticiparse a los problemas que pueden afectar a nuestra agricultura, estaremos desarrollando un comportamiento responsable para garantizar de una forma satisfactoria nuestro bienestar y calidad de vida en todos los ámbitos de nuestra sociedad.