Descubre con nosotros que son los sistemas de transferencia cerrados y por qué deberías tenerlos muy en cuenta en tu trabajo agrícola diario.

A la hora de garantizar tu seguridad y protección en la preparación y aplicación de tratamientos de sanidad vegetal a tus cultivos, resulta esencial tener en cuenta los posibles riesgos que pueden estar presentes en todas y cada una de las actuaciones relativas a este proceso.

En este sentido, aunque se suele prestar más atención al momento en el que aplicamos el producto fitosanitario, como es el caso de los equipos de protección individual o las condiciones ambientales más propicias, también es necesario reducir cualquier peligro durante las etapas previas de este proceso, como ocurre, de forma especial, con el llenado de los equipos de aplicación.

Conscientes de la importancia de este hecho, desde AEPLA no hemos dudado un segundo en adherirnos al compromiso realizado por CropLife Europe en este sentido, y que consiste en contribuir a poner a disposición de los agricultores europeos los sistemas de transferencia cerrados fijando como fecha límite para la consecución de este objetivo el año 2030.

Aunque los primeros sistemas de transferencia cerrados, o CTS, aparecieron en el mercado hace ya bastantes años, en la década de los 80, no ha sido hasta ahora cuando empiezan a constituir una verdadera alternativa al vertido directo de los productos fitosanitarios en los equipos de aplicación.

Así, en consonancia con el contexto actual de transición hacia una agricultura aún más sostenible y segura con el medio ambiente, el sector agrícola de la Unión Europea está mostrando un creciente interés en relación al uso de tecnologías y prácticas que permitan minimizar estos riesgos.

Por todo ello, y con el fin de aportar nuestro granito de arena en la aceleración de este proceso de implementación, hoy queremos aprovechar este espacio para reflexionar contigo sobre los aspectos innovadores asociados a esta tecnología, así como en relación a sus diferentes implicaciones en la reducción del riesgo.

 

¿Qué es un sistema de transferencia cerrado?

 

Los sistemas de transferencia cerrados permiten la transferencia directa de los productos fitosanitarios líquidos desde el envase al equipo de pulverización, evitando en todo momento el contacto del producto con el operario y el entorno en el que se lleva a cabo el llenado de estos equipos.

Para garantizar el desarrollo seguro de este proceso, los sistemas de transferencia cerrados o CTS se componen de dos partes:

  • Una tapa o adaptador, que puede estar preinstalada en el recipiente del envase, como en el caso del dispositivo easyconnect, o que el usuario deberá reemplazar por la tapa existente, con un adaptador CTS, ocurre en los dispositivos easyFlow y GoatThroat ®.
  • Un acoplador, basado en un dispositivo conectado al equipo de aplicación que, a su vez, puede ir incorporado al equipo o tener un carácter portátil.

En términos generales, el envase se bloquea en el acoplador, permitiendo así abrir de forma segura una válvula en la tapa o adaptador y extraer el contenido del envase en el que se encuentra el producto fitosanitario de una forma rápida, sencilla y segura.

Si se tiene previsto realizar el vaciado parcial de contenido, la válvula permite sellar el recipiente y, de forma simultánea, lavar la tapa, quedando limpio y cerrado hasta su siguiente uso.

Por el contrario, si se requiere el vaciado completo, el propio sistema también contempla el triple enjuague del envase antes de retirarlo, con el fin de que este quede adecuadamente limpio para ser depositado en un punto de recogida autorizado.

En este sentido, es preciso tener en cuenta que, desde el año 2021, para que este tipo de sistemas cuenten con su correspondiente certificación ISO 21191, dirigida a Equipos para la protección de cultivos — Sistemas de transferencia cerrados (CTS), será preciso que respondan positivamente a tres con una relevancia directa para el operador, como son:

  • La ausencia de fugas durante la transferencia y el enjuague.
  • Que el residuo máximo en el acoplamiento después de la desconexión debe ser inferior a 0,25 ml de producto sin diluir.
  • Que el residuo máximo en cualquier recipiente enjuagado no debe exceder el 0,01% del contenido original de dicho envase.

 

¿Cuál es la situación reglamentaria y el nivel de implementación actual de los sistemas de transferencia cerrados en Europa?

 

En Europa, la reducción de la exposición de los operarios y de la contaminación de fuentes puntuales durante el llenado es, desde hace años, una prioridad normativa.

No obstante, la utilización de los CTS como herramienta de mitigación de riesgos en el proceso reglamentario europeo de autorización de productos está todavía en desarrollo, si bien algunos países ya han dado un paso adelante en este sentido, incluyendo la utilización de estos sistemas en sus legislaciones nacionales.

Los Países Bajos planean hacer obligatorio su uso para las formulaciones líquidas entre 2025 y 2026, mientras que Bélgica y Dinamarca tienen previsto implementar la obligatoriedad inmediatamente después, y la República Checa ya estipula el uso de CTS para algunos productos del mercado, además de estar debatiendo si será un requisito general a corto plazo.

Del mismo modo, en otros países como Francia, Alemania y Reino Unido, las instituciones competentes en este ámbito están estudiando el desarrollo de ayudas de financiación que faciliten su implementación efectiva por parte de su sector agrícola.

Todos estos países han tomado conciencia de que evitar la producción de salpicaduras no solo es una ventaja para el operario, sino también para el medio ambiente que le rodea, al reducir los posibles casos de contaminación puntual derivada de la carga de los equipos de aplicación. Además, el sistema incorporado de lavado también evita el riesgo derivado de los envases mal enjuagados.

Como conclusión, los sistemas de transferencia cerrados (CTS) agregan un margen de seguridad adicional para los operarios y para el medio ambiente y, por este motivo, el apoyo de diferentes sectores de la industria al desarrollo de esta tecnología ha sido enorme. Los fabricantes de tapas y envases, así como varias empresas de la industria de maquinaria agrícola, han unido sus esfuerzos en la puesta a punto de estos sistemas junto a los fabricantes de fitosanitarios.

Esta colaboración conjunta permitirá que los CTS estén al alcance de todos los agricultores en breve para una amplia gama de productos en formulaciones líquidas.

Desde AEPLA apoyamos firmemente la adopción de cualquier tecnología que proteja a los agricultores y al medio ambiente y trabajamos para que tengan acceso a ellas lo antes posible.

 

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