Presta una especial atención a tu jardín también en invierno, ya que durante estos meses también hay amenazas que pueden afectar a la salud de tus plantas.
Cuando se hace referencia al riesgo provocado por plagas y enfermedades en tu jardín doméstico, es bastante normal que este tipo de amenazas se suelan asociar a otras estaciones del año, como es el caso principalmente de la primavera y el otoño.
No es ningún secreto que tanto las plagas como las enfermedades que pueden afectar a las variedades vegetales de tu jardín, y cómo no las malas hierbas, encuentran un contexto más proclive para su implantación y desarrollo en un entorno marcado por las temperaturas suaves y una humedad ambiental relativamente elevada.
Sin embargo, sería un gran error pensar que tus plantas domésticas se encuentran a salvo durante la estación invernal, y que el único peligro que puede acecharlas es el frío intenso y las heladas, ya que hay diversas amenazas que mantienen una considerable actividad durante estos meses, y que, debido a su peligro, queremos repasar contigo a continuación.
Orugas y larvas
Esta tipología de plagas engloba una considerable cantidad de especies agresoras, que tienen como elemento común provocar daños mediante la horadación del tallo o el tronco de las especies vegetales presente en tu jardín.
En este sentido, las plagas de orugas y larvas más comunes en el invierno, y sobre las que será preciso actuar en el caso de detectarlas son el gusano cabezudo (Capnodis tenebrionis), el barrenador de la madera o taladro amarillo (Zeuzera pyrina) y el taladro rojo (Cossus cossus).
Chinches
Las chinches, por el contrario, se caracterizan por realizar su acción sobre las raíces de las plantas, por lo que, al encontrarse bajo tierra, presentan unas mayores dificultades en cuanto a su detección y tratamiento temprano.
Por este motivo, un aspecto muy importante a tener en cuenta en invierno, y durante todo el año, residirá en analizar de forma continua el estado de tus variedades botánicas, concentrando tu atención en aquellas que, a pesar de tus cuidados, comienzan a presentar desmejoramiento y problemas de salud sin un motivo aparente.
Cochinillas
Para finalizar, también es conveniente que prestes una especial atención a la posible presencia y proliferación de cochinillas en tus plantas de jardín.
Las cochinillas suelen ubicarse en las pequeñas protuberancias que puedes encontrar en la parte inferior de las hojas tanto de plantas de hoja caduca como perenne, generando una sustancia pegajosa que dificulta sus funciones vitales y, en caso de no tomar medidas, puede desencadenar su muerte.
Para evitar que esto suceda será preciso que pongas en práctica actuaciones tempranas de sanidad vegetal, mediante la aplicación de tratamientos específicos o la incorporación de variedades que atraigan la presencia de fauna auxiliar, como es el caso de las mariquitas.