La elección correcta de tus equipos de aplicación, así como su mecánica de uso, son aspectos clave para garantizar el éxito de un tratamiento fitosanitario.
Uno de los elementos que, sin duda, resulta más relevante a la hora de contribuir a la protección de tus cultivos frente a la detección de una amenaza agrícola, estará relacionado, como no podría ser de otra manera, con la elección del tratamiento de sanidad vegetal que resulte más adecuado para hacerle frente, en base al diagnóstico realizado por un profesional fitosanitario convenientemente homologado para el desarrollo de esta evaluación.
Pero, a partir de este primer aspecto, será imprescindible que la selección de esta solución de sanidad vegetal se vea acompañada de otros aspectos que, a priori, pueden parecer menos relevantes, pero que influirán en gran medida en el nivel de éxito del tratamiento aplicado, como es la elección y procedimiento de uso de los diferentes equipos de aplicación.
En base a esta reflexión, será preciso que en la selección de tu equipo de aplicación por pulverización analices la mejor opción en base a tres aspectos fundamentales, como son el espectro deseado de las gotas, la técnica de pulverización a emplear y la posible necesidad de modificar los parámetros de uso en función de las características del cultivo y los factores ambientales presentes en el momento en el que llevarás a cabo la aplicación.
Del mismo modo, con el fin de garantizar la máxima eficiencia y eficacia del tratamiento, y evitar un posible efecto de escorrentía, desde AEPLA te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes criterios en relación al ajuste óptimo y utilización de tu equipo de pulverización:
- En primer lugar, es preciso aclarar la necesidad indispensable de que utilices únicamente equipos de pulverización homologados y certificados oficialmente, y que además hayan superado las diferentes revisiones e inspecciones a las que estén sujetos en función de su tipología y modelo, para evitar cualquier posible incidencia.
- A partir de este primer factor, una vez seleccionado el equipo más adecuado, será el momento de calibrarlo correctamente, para limitar al máximo la posibilidad de deriva.
- Asimismo, tanto en pulverizadores de barras como en atomizadores, te recomendamos que realices la aplicación con la menor distancia efectiva posibleentre el difusor y la planta o área objetivo del tratamiento.
- Otro aspecto a considerar estará relacionado con la reducción de la velocidad de avance del pulverizador, ya que a mayor velocidad también se incrementará proporcionalmente la distancia efectiva entre la aplicación y su objetivo.
- Para finalizar, más allá del seguimiento de los consejos anteriores, utiliza siempre presiones de trabajo que se encuentren dentro del rango recomendadopor el fabricante de las boquillas de aplicación, optando en todo momento por la presión más baja posible, para reducir así la generación de gotas excesivamente finas y más propensas a su deriva incontrolada.