Tu huerto doméstico también te ofrece un sinfín de posibilidades para el desarrollo de cultivos durante el otoño. Aquí tienes algunas propuestas interesantes.

Si bien se suele asociar, con cierta razón, la mayor actividad de tu huerto doméstico a los meses primaverales, esto no tiene por qué implicar, en modo alguno, que desaproveches todo lo que puede ofrecerte a lo largo del otoño.

En este sentido, y más allá de posibles prácticas adicionales para favorecer la aclimatación de tu huerto a cualquier periodo del año, desde el Grupo Áreas Verdes de AEPLA te recomendamos que, durante estos meses, optes por la siembra o trasplante de aquellos cultivos que mejor se pueden adaptar a las condiciones meteorológicas y climáticas propias de la estación otoñal, y que pasamos a repasar contigo a continuación.

 

Lechuga

 

Si bien se trata de un cultivo que se puede realizar, en mayor o menor medida, durante todo el año, el comienzo del ciclo invernal de la lechuga se debe iniciar mediante su plantación en los meses de septiembre y octubre, optando siempre por aquellas variedades más resistentes al frío.

Del mismo modo, puedes complementar el cultivo de lechuga en tu huerto doméstico con el de escarola, rúcula o canónigos, que sí son especies específicas de estos meses del año al presentar una mayor sensibilidad a las temperaturas extremas.

 

Espinaca

 

La espinaca es otra planta de hoja comestible que responde de una forma sumamente satisfactoria a su cultivo directo en las primeras semanas del otoño.

Para conseguir mejores resultados, lo ideal es envolver las semillas de espinaca en un paño húmero (o similar) durante un día, favoreciendo así el inicio de su germinación.

Asimismo, una medida que te permitirá alcanzar un mayor rendimiento de tu huerto doméstico reside en realizar plantaciones escalonadas, con el fin de poder disfrutar de espinacas durante todo el invierno.

 

Ajo

 

A la hora de realizar la siembra de ajo en tu huerto doméstico debes tener presente que se trata de un cultivo que se caracteriza por su ciclo largo, es decir, por realizar una germinación lenta en invierno, acelerar su crecimiento en primavera y ofrecer su momento óptimo de recolección en las semanas previas al inicio del verano.

En este sentido, si prefieres optar con contar con el consumo de ajetes tiernos, solo tendrás que anticipar su recogida a la primavera, siempre antes de que empiece a desarrollarse en exceso su bulbo.

 

Habas y guisantes

 

Para finalizar, entre las múltiples alternativas de cultivo que tienes a tu disposición, también queremos recomendarte que optes por la plantación de guisantes y habas.

Los guisantes, especialmente valiosos por su dulzor característico, son un cultivo de carácter tardío, que pueden incluso comenzar a cultivarse durante el invierno, siempre que no corra el riesgo de verse que se vean afectados por haladas.

Por su parte, las habas tienen la particularidad de ofrecer un comportamiento similar al que hemos comentado anteriormente en relación al cultivo de ajo, por lo que su siembra en estas semanas te permitirá disfrutar de ellas mediada la primavera.

 

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