Aunque la familia de las orquidáceas es conocida sobre todo por su utilidad ornamental, también ofrece especies agrícolas muy apreciadas, como la vainilla.

Dentro de las diferentes familias entre las que se distribuyen las distintas especies vegetales, es preciso tener en cuenta que muchas de ellas destacan, más allá de su aplicabilidad agrícola, por su funcionalidad ornamental o para aplicaciones relativas a otros sectores de actividad, como ocurre con las ebenáceas o las juglandáceas.

Este es el caso también de la familia de las orquidáceas, que es conocida mundialmente por la belleza ornamental que ofrecen las diferentes variedades de orquídeas, pero en la que también está presente la especie de la que se obtiene uno de los aromatizantes naturales más apreciados en el mundo de la gastronomía, como es la vainilla.

En cuanto a las condiciones ambientales ideales para el desarrollo óptimo de las distintas especies de orquidáceas, y en concreto en el caso de la vainilla, debemos tener presente que se trata de una familia vegetal originaria de climas tropicales, por lo que prolifera de una forma más positiva en entornos en los que la temperatura ambiental es estable y se encuentra, por término medio, entre los 20 y los 30 °C.

No obstante, se trata de especies que no toleran bien la radiación solar, por lo que resultará recomendable establecer protecciones y barreras que reduzcan la acción directa del sol sobre la planta.

En cuanto a las condiciones edafológicas que deben estar presentes para contribuir a su desarrollo, son variedades que presentan una considerable adaptabilidad a diferentes tipos de suelo agrícola, siempre que cuente con una presencia notable de materia orgánica, ofrezca una permeabilidad considerable y se encuentre bien drenado, por lo que será importante controlar y reducir al máximo su posible compactación.

Por otro lado, en lo referente a sus necesidades de protección en el ámbito de la sanidad vegetal, en el cultivo de orquidáceas será preciso controlar la posible aparición y proliferación de plagas endémicas de esta familia, como es el caso de la chinche roja y el gusano peludo o Plusia aurífera.

Pero, sobre todo, las variedades vegetales de orquidáceas, y en concreto la vainilla, se caracterizan por mostrar una alta sensibilidad ante la presencia de enfermedades provocadas por hongos, como la Antracnosis o el Fusarium oxysporum.

Por todo ello, te recomendamos que realices un control y seguimiento exhaustivo del desarrollo óptimo de estas variedades y que, si detectas cualquier amenaza, te pongas en contacto lo antes posible con un experto fitosanitario homologado, para que puede emitir un diagnóstico y establecer el tratamiento más adecuado en cada caso.

 

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